Por supuesto, usted conoce el resto de la historia. La Reina Ester arriesgó su vida al comparecer ante su esposo, el Rey Persa, sin ser convocada. El Rey recibió a Ester amablemente, permitiendo que Ester pusiese en acción el plan que había concebido su tío Mardoqueo. El rey se dio cuenta que Amán lo había engañado para que firmase el decreto por el cual Amán iba a aniquilar a todos los judíos en el mundo entero. El Rey ordenó que Amán fuese colgado en la misma horca que él había preparado para comenzar la aniquilación de los judíos.
El linaje davídico ininterrumpido de Dios permaneció intacto, de esta forma, tanto Mateo y Lucas pudieron recitar sistemáticamente el linaje de Abraham hasta David, y hasta Jesucristo ¡Este linaje no quebrado fue uno de los cumplimientos proféticos más grandes que Dios usó para convencer a los judíos de que Jesús era su Mesías! En los Tiempos Finales, el Anticristo recitará un linaje muy similar no quebrantado que apunta hasta el Rey David, para que los sacerdotes judíos Ortodoxos sean engañados a pensar que el es su Mesías, el cual los judíos están esperando muy ansiosamente.
Para demostrarle como esta acción osada de Ester vino justo en el momento correcto de la historia, permítanos darle la línea cronológica del Calendario Mesiánico. Usted verá como las acciones de Satanás contra Amán vinieron en una coyuntura muy crítica en la historia de Israel. Solo 28 años después, el Rey Artajerjes emitió su decreto de reconstruir a Jerusalén, comenzando de esta manera el conteo regresivo de Dios hacia el Mesías
