Juan en sus inicios: la vocación de los hijos de Zebedeo[editar]
Juan, quien luego sería apóstol de Jesús de Nazaret, es presentado en las Sagradas Escrituras como uno de los dos hijos de Zebedeo, hermano de Santiago y compañero de Simón Pedro (Lucas 5:10). Los tres Evangelios sinópticos lo sitúan inicialmente como pescador de Galilea, cuya vocación por el seguimiento de Jesús irrumpe a orillas del lago de Genesaret, situándose Juan entre sus primeros cuatro discípulos.5
Vista de Kinnereth, nombre hebreo del Mar de Galilea. Se trataría del paisaje en cuyo marco creció Juan el Apóstol.
Bordeando el mar de Galilea, (Jesús) vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres.» Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan: estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él.
Marcos 1:16-20
La palabra «jornaleros» indica una retribución a sueldo por un trabajo. Esto permite inferir que Zebedeo, padre de Juan y Santiago, dentro de la modestia de un pescador de Galilea, tenía un cierto desahogo económico: era propietario de «redes» (Mateo 4:21), sin duda, de algunas barcas, y tenía «jornaleros» para sus faenas.
El análisis comparado de textos de los Evangelios sinópticos parece indicar que la madre de Juan fue Salomé, una de las mujeres que siguieron a Jesús durante su vida pública (cf. Marcos 10:37) hasta su muerte. Si se cotejan los pasajes referidos a la muerte de Jesús,6 en Mateo 27:56 («Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo») y en Marcos 15:40 («Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre ellas, María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de Joset, y Salomé, que le seguían y le servían cuando estaba en Galilea[...]») se puede inferir que Salomé sería la esposa de Zebedeo y madre de Santiago el Mayor y de Juan.Nota 1
Por el Evangelio de Lucas se sabe que entre Pedro, Juan y Santiago, tenían al menos establecida un cierta «sociedad» de pesca pues, como se detalla más adelante, eran «compañeros»:
Cuando (Jesús) acabó de hablar dijo a Simón: «Boga mar adentro y echad vuestras redes para pescar.» [...] Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los socios de la otra barca para que vinieran en su ayuda.[...]Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador». Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón.
Lucas 5:4.6-10
Por la forma de ejercicio del sacerdocio en esa época, no se descarta que Zebedeo pudiera ser levita,7 con una casa de paso en el barrio de Jerusalén habitado por esenios o en sus cercanías, y quizá con otra propiedad en Galilea, mientras la pesca en el lago podría ayudarle al sostenimiento familiar. Se ha considerado que una empresa de pesca de mediana envergadura podría ser proveedora de pescado al propio Templo de Jerusalén. En efecto, el mar de Galilea, que aún no siendo de grandes dimensiones es el principal reservorio de agua dulce de la región, se convirtió en un centro de pesca de gran importancia para el mundo judío. Es razonable que los judíos dieran preferencia al pescado capturado por pescadores judíos frente al pescado suministrado por los gentiles, ya que el primero garantizaba el cumplimiento de los preceptos rabínicos de «pureza» alimentaria, evitando tratamientos que pudiesen tornar el alimento en impuro.8
De hecho, el mar de Galilea se caracterizó por albergar diversos «emprendimientos» pesqueros, que involucraban no sólo a las familias de los pescadores sino también a los trabajadores contratados, a los proveedores de materias primas y de otros productos, a los «procesadores» de pescado, a los «empacadores» y a los transportistas.9
Resultan de particular interés los términos utilizados por el Evangelio de Lucas: «[...] hicieron señas a sus socios (metachoi) del otro barco [...]»; «[...] Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, eran compañeros (koinônoi) con Simón», es decir, había un sentido de comunión previo a la existencia del grupo de «los Doce», una especie de relación cooperativa establecida entre la familia de Jonás (padre de Simón Pedro), y la de Zebedeo (padre de Santiago y Juan), que podían permitirse tener asalariados en su nónima.
En resumen, se desprende que Zebedeo no era un simple pescador, sino que poseía barcas, redes y daba trabajo a diversos jornaleros, lo que hacía posible que sus hijos pudieran dejarlo para seguir más estrechamente a Jesús.
La vocación de Simón Pedro y Andrés, Santiago y Juan presenta una forma semejante en los tres Evangelios sinópticos. Se omite probablemente la comunicación previa entre Jesús y quienes serían los primeros discípulos, como también el proceso psicológico resultante de ese trato. Según el Evangelio de Juan, el primer contacto habría tenido lugar en el Jordán (Juan 1:35-42). Andrés y otro discípulo cuyo nombre no se menciona, hasta ese momento discípulos de Juan el Bautista, mantienen una primera conversación con Jesús. Algunos estudiosos como Alfred Wikenhauser (1883-1960) y Raymond E. Brown (1928-1998) sostienen que ese discípulo cuyo nombre no aparece era el propio Juan.10 pp. 105-106;
4 pp. 286-287
Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscáis?» Ellos le respondieron: «Rabbí –que quiere decir, 'Maestro'– ¿dónde vives?» Les respondió: «Venid y lo veréis.» Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Era más o menos la hora décima. Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos [...] que habían seguido a Jesús.
Juan 1:35-40
De ser precisa la interpretación de Wikenhauser y de Brown, Juan el Apóstol habría sido discípulo de Juan el Bautista antes de seguir a Jesús de Nazaret.
Ya desde el comienzo del ministerio público de Jesús, Juan, hijo de Zebedeo, forma parte de un grupo selecto. Por ejemplo, a la salida de la sinagoga, Juan y Santiago, se dirigen a la casa de Pedro y Andrés, donde presencian como Jesús cura a la suegra de Pedro que padece fiebre (Marcos 1:29-31).