viernes, 19 de junio de 2015

Jesús, el maestro de Nazaret: Primera Parte

Luego pasó 40 días y 40 noches recorriendo y ayunando en el desierto y durante este tiempo fue gravemente tentado por Satán, pero resistió (Lucas 4:1-13). Cuando regresó de esta prueba, comenzó a enseñar con fervor.
Con el tiempo, Juan Bautista se enredó con las autoridades, es decir, con el rey Heredes, y fue hecho prisionero y asesinado. Jesús quedó solo; donde Juan había predicado un futuro de fuego y azufre, él tomó una línea más blanda poniendo de relieve la dulzura, la gracia y la misericordia de Dios. Una o dos veces en su vida, pareció aceptar el infierno eterno para los no creyentes, pero estos ejemplos son raros.

Llevó sus enseñanzas desde el desierto a las sinagogas y a las calles de la ciudad. Tenía un magnetismo que atraía a la gente y enseñaba por medio de parábolas —simples historias en cuya interpretación era casi imposible equivocarse.