Iconografía[editar]
En la Historia del Arte, la figura de Moisés es frecuente tanto en el arte judío como en el arte cristiano. Moisés es generalmente representado como profeta y las Tablas de la Ley constituyen entonces su principal atributo. En tal caso suele figurar como un hombre ya maduro, barbudo, portando una túnica hebrea y una vara o báculo en su mano. En imágenes que conciernen a la juventud de Moisés se lo representa con los atributos de un príncipe egipcio.76
Otro atributo singular de Moisés es la luminosidad que emerge de la piel de su rostro y que tiene su referente último en el texto bíblico, donde este concepto encuentra expresión mediante el haz de luz que hacía que resplandeciera el rostro de Moisés luego de haber estado éste en presencia del Creador. En términos visuales ello es a menudo expresado mediante dos haces de luz que parten desde la frente del hombre que se ha vuelto profeta.
La presencia de cuernos (en vez del empleo de un haz de luz) en el caso de las imágenes que involucran a Moisés se debe a un error de interpretación al traducirse la Biblia del hebreo al latín: la antigua expresión hebrea keren or (קָרַ֛ן עֹ֥ור),77 que se refiere al estado replandeciente del rostro de Moisés, fue interpretada por Jerónimo de Estridón equivocadamente como "cuernos" e incluida como tal en la Vulgata;78 ello dio lugar a un Moisés con cuernos en varias imágenes eclesiásticas del período gótico tardío.79 No obstante, ello fue en su momento notado por la Iglesia y los cuernos en cuestión fueron a partir de entonces reemplazados por formas visualmente comparables a rayos de luz que en términos unívocos expresan la resplandecencia del rostro de Moisés.80
En el celebérrimo caso del Moisés de Miguel Ángel, el artista florentino recurrió a un par de cuernos no por ignorancia o falta de información, sino porque deseaba expresar la noción de que Moisés, luego de su encuentro con el Creador, se había transformado y ya no era meramente un hombre, sino un ser prácticamente sobrenatural debido al extraordinario papel que le tocaba desempeñar ante Dios.81
En la imaginería cristiana, tanto católica como ortodoxa, cuando se expresa la noción de santidad, Moisés puede a veces presentar una aureola en aquellas representaciones icónicas que le son propias.82
Escenas de la vida y obra de Moisés[editar]
Moisés y Iojebed. Pedro Américo, 1884. Museo de Bellas Artes, Rio de Janeiro
Moisés flotando sobre las aguas del Nilo. Ilustración de 1897
Moisés es salvado de las aguas del Nilo, fresco de la Sinagoga de Dura Europos (Siria), 244 E.C.
Infancia de Moisés. Hagadá Kauffmann, siglo XIV
Moisés defiende a las hijas de Jetró. Rosso Fiorentino, 1533. Galeria degli Uffizi, Florencia
Moisés y la zarza ardiente. Manuscrito miniado medieval, c. 950. Didron, 1864. Vitral, Catedral de Notre Dame, París
La zarza ardiente. Vitral por Sergio de Castro, 1980. Collégiale de Romont, Suiza.83
Moisés ante el faraón. Biblia siríaca, siglo VI. París, Bibliothèque Nationale de France, MS syr. 341, fol. 8r.
Moisés torna las aguas de Egipto en sangre. Gouache por Tissot, c. 1895-1900
El Éxodo. Moisés lidera el Éxodo. Hagadá de los Pajaritos (Pésaj), arte asquenazí, c. 1300. Museo de Israel, Jerusalén
Gesto de Moisés al abrir las aguas del Mar Rojo. Charlton Heston en la película "Los Diez Mandamientos", Paramount, 1956
Moisés parte las aguas del Mar Rojo, Hortus Deliciarum, c. 1118
Otorgamiento de la Ley. Rafael, 1518-1519. Fresco, Loggia, Palacio Pontificio, Vaticano
Moisés rompe las Tablas. Domenico Beccafumi, 1537. Catedral de Pisa, Italia
Moisés desciende del monte, mientras el pueblo adora al ídolo vacuno. Xilografía de las Crónicas de Núremberg, 1493, fol. 31r.84
Moisés descalzándose y golpeando la roca en el desierto. Fresco en catacumba paleocristiana europea
Moisés levanta la serpiente de bronce para curar a los israelitas. Benjamin West. Museo de la Universidad Jones, Greenville
Moisés y los mensajeros provenientes de Canaán. Óleo de Giovanni Lafranco, 1621-24
Moisés observa la Tierra Prometida desde el Monte Nebo. E.M. Synge, 1909. Ilustración publicada en Story of the World, vol. 1
Moisés como profeta y civilizador[editar]
Vitral representando a Moisés. Iglesia Nuestra Señora de la Asunción, Bagnères-de-Luchon, Haute-Garonne, Francia
Moisés como legistador, santo y patrono. Iglesia San Moisés, Venecia, 1668
Moisés con el Decálogo en caracteres cirílicos. Óleo de Anton Losenko (siguiendo a Champaigne, 1648), Rusia, siglo XVIII
Brujas, Bélgica
Vitral del Cementerio de Pontparnasse, París
Catedral de Vilna, siglo XVIII
Estatua de Moisés cerca de Saint-Laurent, Salon-de-Provence, Bouches-du-Rhône, Francia
Moisés con la Ley ante los israelitas. Charles Foster, 1897
Moisés habla y transmite los preceptos al pueblo de Israel. Ilustración de Hartwell James, 1905-16
El Triunfo de la Historia sobre el Tiempo: Moisés. Rafael Mengs, siglo 1773. Fresco, cielorraso de la Sala de los Papiros. Biblioteca Vaticana, Roma.85
Moisés. Jean de Marco, 1950. Medallón con relieve de mármol, Cámara de Representantes de los Estados Unidos
Moisés con la Ley ante el pueblo.86 Tapiz de Marc Chagall. Knéset de Israel, Jerusalén.87
Predecesor:
fundador Guía del pueblo de Israel
Sucesor:
Josué
Teorías e hipótesis sobre la historicidad de Moisés[editar]
Una parte de la historiografía88 sugiere que Moisés nunca existió como figura histórica, y que el Éxodo es un mito. Por ejemplo, si el Éxodo tuvo lugar durante el fin de la era de los hicsos en Egipto, tal y como afirman algunos expertos (siglo xvi a. C.), entonces sus documentos sobre Moisés probablemente habrían sido destruidos deliberadamente cuando los egipcios los expulsaron[cita requerida]. Si bien esta teoría plantea el problema de que los hicsos conocían la escritura y que el alfabeto hebreo fue inventado siglos más tarde. Las primeras incripciones en protohebreo datan del siglo x a. C.89
Las referencias adicionales sobre Moisés datan de muchos siglos después de la época en la que supuestamente vivió. Se desconoce si se basan únicamente en la tradición judía o si también han tomado aspectos de otras fuentes. Algunos como Flavio Josefo, Filón de Alejandría y Manetón hablan de él. También existen, por supuesto, los relatos antes mencionados en la Mishná y el Corán. En el siglo iii a. C., Manetón, un cronista y sacerdote heleno-egipcio, afirmó que Moisés no era judío, sino un sacerdote egipcio resentido, y que el Éxodo fue en realidad la expulsión de una colonia de leprosos.
Incluso si Moisés se acepta como figura histórica, hay varios aspectos del relato bíblico que pueden ser reinterpretados. La hipótesis de Manetón de que Moisés era egipcio es absolutamente plausible. Se ha sugerido que pudo haber sido un noble o príncipe egipcio influido por la religión de Atón (véase la hipótesis de Freud más abajo), o simplemente un simpatizante de la cultura hebrea. Mosés es un nombre egipcio que significa ‘hijo’ y se utilizó a menudo en los nombres de los faraones (como por ejemplo TutMoses). Los hebreos pudieron haber creado la historia a partir de los relatos de Sargón de Acad (mesopotámico) o Edipo (griego) para legitimar su creencia. Por otra parte, antiguamente las clases más bajas abandonaban a veces a sus hijos, y Moshe es una palabra hebrea que significa ‘rescatado de las aguas’.
Asimismo, la historia del nacimiento de Moisés presenta puntos en común con la leyenda asiria de Sargon de Acadia,90 lo que puede sugerir un carácter mítico.
Aunado a esto, poner fecha al Éxodo también ha sido un gran reto. Hay diferentes hipótesis, pero ninguna prueba histórica que lo confirme:
Alrededor del final de la era de los hicsos
Alrededor del 1420 a. C., puesto que existen documentos sobre la invasión de Canaán por parte de los habiru cuarenta años más tarde ―esta hipótesis casa bien con la idea actual de que el personaje histórico de Moisés era el décimo quinto príncipe del rey de Egipto del siglo xv a. C. llamado Ra-mose, que también desapareció de los expedientes egipcios alrededor de la época de la muerte de la reina Hatshepsut.
Durante el siglo xiii a. C., pues el faraón durante la mayoría de ese tiempo fue Ramsés II, el cual se considera habitualmente que fue el faraón con el cual se tuvo que enfrentar Moisés –conocido como «el faraón del Éxodo» o «el faraón opresor» de quien se dice haber obligado a los hebreos a construir las ciudades de Pithom y Ramesés. Estas ciudades se conocen por haber sido construidas bajo Seti I y Ramsés II, haciendo a su sucesor Merenptah el posible «faraón del éxodo». Sin embargo, en la estela de Merenptah del 5.º año del citado faraón (1208 a. C.), se narra que «Israel está acabado, no queda ni la semilla». Además, en 1898 se descubrió la momia de Merenptah, pues no había perecido ahogado.
Una hipótesis más reciente y controvertida afirma que Moisés era un noble de la corte del faraón Akenatón. Muchos estudiosos, desde Sigmund Freud hasta Joseph Campbell sugieren que Moisés pudo haber abandonado Egipto tras la muerte de Akenatón (1358 a. C.) cuando las reformas monoteístas del faraón fueron rechazadas violentamente.91 Las principales ideas que apoyarían esta hipótesis serían que la religión monoteísta de Akenatón era la predecesora del monoteísmo de Moisés, y una colección contemporánea de las Cartas de Amarna,92 escritas por los nobles para Akenatón, describen bandas asaltantes de habirus atacando territorios egipcios.93
Véase también[editar]
Éxodo
Diez plagas de Egipto
Pentateuco
Torá
Biblia
Tanaj
Antiguo Testamento
Referencias[editar]
Volver arriba ↑ Rabí Yosef ben Halafta, Seder Olam Rabá, 160 E.C. Texto inicialmente incluido en el Talmud de Babilonia como "Seder Olam" (Shab. 88a; Yeb. 82b; Nazir 5a; Meg. 11b; Ab. Zarah 8b; Niddah 46b); publicado como Seder Olam Rabbah en Mantua en 1514 (Jewish Encyclopedia: Seder Olam Rabbah, consultado 3 de agosto de 2014). Se trata de una fuente rabínica en hebreo (סדר עולם רבה), provista de una extensa cronología. Desde un punto de vista científico, el historiador Michael Brenner indica que "la historia de Israel hasta comienzos del primer milenio anterior a la era cristiana nos es en gran parte desconocida" (Breve historia de los judíos [2008], Buenos Aires, 2012, p. 23), pero su colega Gabrielle Sed-Rajna ubica el Éxodo hacia 1250 a.E.C. y el establecimiento de los hebreos en Canaán hacia 1220 a.E.C. (L'abecedaire du Judaïsme, París: Flammarion, 2000, p. 116), fechas también sostenidas por la arqueóloga Sarah Kochav (Grandes Civilizaciones del Pasado: Israel, Barcelona: Folio, 2005, p. 26).
Volver arriba ↑ Philip Wilkinson, Religions, Londres: Dorling Kidersley, 2008.
Volver arriba ↑ Ben Halafta, Seder Olam Rabá, 160 E.C.; compatible también con los escritos de Sed-Rajna y Kochab.
Volver arriba ↑ Denominacines de Moisés:
hebreo: מֹשֶׁה
hebreo moderno transliterado: Moshè
hebreo tiberiano transliterado: Mōšéh
en griego bíblico: Mωϋσῆς, trasliterado Mōüsēs
en árabe: موسىٰ, trasliterado Mūsa.
Volver arriba ↑ En la tradición judía los mencionados textos son conocidos como "Los Cinco Libros de Moisés" y asimismo denominados "Torá" (Mercer Dictionary of the Bible, ed. Watson E. Mills y Roger Aubrey Bullard, Mercer University Press, 1990, p. 211, consultado 2 de agosto de 2014).
Volver arriba ↑ Estas hipótesis y conjeturas abarcan hoy un espectro sumamente amplio, comprendiendo a veces el razonamiento legítimo, mas otras tantas la aprensión e incluso el escepticismo y la negación. Raramente las teorías en cuestión van acompañadas de argumentos completamente convincentes. La ciencia necesita pruebas, cosa que no sucede en el campo de la fe. Y ello, por supuesto, no le quita mérito ninguno al hallazgo arqueológico auténtico (dado que las fabricaciones con fines pecuniarios y/o de autopromoción no son para nada ajenas a la cultura materialista y arribista de los últimos lustros del siglo XX y los que inician el siglo XXI).
Volver arriba ↑ El jeroglífico egipcio canónico expresa el término en cuestión recurriendo a la contracción del mismo; los nombres egipcios originales frecuentemente solían involucrar la contracción (Thomas Römer, "Moïse: un héros royal entre échec et divinisation", en: Interprétations de Moïse: Égypte, Judée, Grèce et Rome, Leiden-Boston: Brill, 2010, p. 189; y Christiane Desroches Noblecourt, Ramsès II, París: Pygmalion, 1996, p. 250).
Volver arriba ↑ Thomas Römer, "Moïse: un héros royal entre échec et divinisation", en: Interprétations de Moïse: Égypte, Judée, Grèce et Rome, Leiden-Boston: Brill, 2010, p. 189. Así, por ejemplo, Ramsés significaba "engendrado por Ra" e involucraba una previa contracción del nombre egipcio original (Ra-mosé[s]); Christiane Desroches Noblecourt, Ramsès II, París: Pygmalion, 1996, p. 250.
ms s B3
Jeroglífico egipcio M-S-S correspondiente al nombre "Mosés".
Volver arriba ↑ Éxodo 2:10, Versión Reina Valera 1960; Versión Multilingüe.
Volver arriba ↑ Simón Dubnow, Manual de la historia judía: desde los orígenes hasta nuestros días, Buenos Aires: Sigal, 1977, p. 26. "la hija del Faraón [...] lo educó como si fuera un hijo suyo, dándole el nombre de Moisés, que significa "salvado de las aguas".
Volver arriba ↑ El nombre hebreo de Flavio Josefo era Yosef bar Mattityahu. La explicación dada por Josefo es consonante con las tradiciones del judaísmo y el sentido que se le da al nombre "Moisés" tanto en la literatura rabínica como en la tradición y exégesis cristianas. Estudios académicos indican que el nombre Moisés presenta similitudes con los vocablos coptos Mo (agua) e iuses (salvar o entregar); Gesenius, Lexicon, 1906: "מֹשֶׁה" (también Jones: Dictionary of Old Testament Proper Names).
Volver arriba ↑ Como texto masorético, Moisés retoma la forma netamente activa proveniente de la Biblia hebrea; H.A.W.: Theological Wordbook of the Old Testament; T.O. Lambdin, Introduction to Biblical Hebrew, Nueva York: Charles Scribner's Sons, 1971. pp. 18-19.
Volver arriba ↑ Dubnow, Historia judía, 1977, pp. 36-38.
Volver arriba ↑ Mūsā Nāma es una compilación poética de los libros bíblicos de Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, inicialmente escrita en judeopersa en 1327 por Mulana Shāhīn Shirazi, prominente autor judío de la Persia medieval. Incorporando tradiciones y leyendas judías, musulmanas y persas, su texto contiene los principales eventos de la vida de Moisés. El Libro de Moisés comprende 19 miniaturas realizadas por Nehemías ben Amshal de Tabriz, presentando ellas influencias estilísticas y exegéticas provenientes de la tradición musulmana, incluyendo la representación de Moisés con un velo cubriendo su rostro, reminiscente a aquella Mahoma y otros santos en los manuscritos miniados del arte islámico (Museo de Israel: División de Manuscritos Hebreos, consultado 20 de julio de 2014).
Volver arriba ↑ Cathédrale Notre-Dame-et-Saint-Castor de Nîmes.
Volver arriba ↑ Según cálculos exegéticos se supone que Moisés murió en el año judío 2488, que equivale a 1272 a. C.
Volver arriba ↑ Matthew George Easton, Illustrated Bible Dictionary, Londres y Nueva York: T. Nelson, 1897: "Moses". Amram había tomado por mujer a su tía, la cual dio a luz a Aarón y a Moisés; Amram vivió ciento treinta y siete años (Éxodo 6:20).
Volver arriba ↑ Easton, Illustrated Bible Dictionary, 1897: "Moses".
Volver arriba ↑ Génesis 46.
Volver arriba ↑ Easton, Illustrated Bible Dictionary, 1897: "Moses"; "Moses", Jewish Encyclopedia, Nueva York, 1901-6; consultado 30 de julio de 2014; "Moses", Catholic Encyclopedia, Nueva York: Robert Appleton Company, 1913.
Volver arriba ↑ Jewish Encyclopedia: Moses
Volver arriba ↑ Blibia hebrea: Shemot 2
Volver arriba ↑ Según la tradición hebraica, la princesa se llamaba Bitia (Hija de Dios), que en hebreo se corresponde con Batyah (בתיה), "Hija de Yahveh". Flavio Josefo, no obstante, la menciona como "Termutis" (Antigüedades judías, libro II, capítulo 9, párrafo 5).
Volver arriba ↑ Easton, Illustrated Bible Dictionary, 1897: "Moses".
Volver arriba ↑ En principio, Moisés no sería faraón de Egipto dado que no era hijo natural de la princesa egipcia y, por otra parte, era el más joven de los dos príncipes egipcios (Flavio Josefo, Antigüedades judías, libro II, capítulo 8, párrafo 7).
Volver arriba ↑ Según la tradición oral hebrea recopilada en la Mishná, cuando tenía tres años, Moisés estaba en cierta oportunidad sentado junto a la familia del faraón y sus ministros. Moisés bajó del regazo de Bitia, caminó hacia el faraón, tomó su corona y la colocó sobre su propia cabeza. El consejero del faraón exclamó que se trataba de una acción profética y que Moisés le arrebataría el trono. Por tal motivo, otro ministro sugirió llevar a cabo una prueba adicional: colocar enfrente del pequeño un diamante y un trozo de carbón ardiendo para observar la posible astucia del niño. Moisés no sólo agarró el carbón ardiente, sino que además se lo llevó a su boca, quemándose así los labios, la lengua y la cavidad bucal. Ello le dificultó desde entonces el habla (característica también mencionada luego en el texto bíblico, Éxodo 4:10). Por tal motivo, la tradición oral hebrea determina que el pueblo israelita, a sabiendas de la incapacidad de Moisés para la expresarse oralmente, comprendió que su líder solo podía dirigirse a ellos por la voluntad divina.
Moisés pisa la corona del faraón. Nicolás Poussin, 1645. Louvre, París
Moisés hace caer la corona del faraón. Orazio de Ferrari, c. 1650. Museu Nacional d'Art, Cataluña
Moisés y la corona del faraón. Jan Steen, c. 1670. Mauritshuis, La Haya
Moisés y la corona del faraón. Obra centrada en la relación Moisés-Bitia. Gregorio del Ferrari, c. 1720. Colección Carige, Génova
Moisés pisa la corona del faraón. Gaspare Diziani, 1740-50. Museo Nacional, Varsovia
Moisés pisa la corona del faraón. Enrico Tempestini, 1846
Volver arriba ↑ Moisés ocultó el cadáver del egipcio bajo la arena, suponiendo que nadie revelaría lo ocurrido. Mas al día siguiente, vio al joven que había salvado, quien ahora peleaba con su hermano. Moisés intentó separarlos, pero ambos hermanos, irritados por la intromisión de Moisés, lo delataron al faraón, por lo que Moisés se vió obligado a huir de Egipto (Éxodo 2:11-15; Jewish Encyclopedia: Moses).
Volver arriba ↑ Biblia hebrea, Shemot 2:15
Volver arriba ↑ Éxodo 2:15-20. En una de sus exégesis, Najmánides señala que transcurrió un período considerablemente prolongado entre la partida de Moisés de Egipto y su llegada a Madián.
Volver arriba ↑ Flavio Josefo, Antigüedades judías, libro II, capítulo 11, párrafo 2; Jewish Encyclopedia: Moses
Volver arriba ↑ Éxodo 2:21; Jewish Encyclopedia: Moses
Volver arriba ↑ Dado que, según el relato bíblico, Moisés se sabía forastero en tierra ajena (Éxodo 2:22); Jewish Encyclopedia: Moses.
Volver arriba ↑ Como motivo, la mano de Dios implica un modo anicónico de representar a Yahvéh.
Volver arriba ↑ Hacia el siglo IV E.C. y durante la Edad Media, el monte Horeb fue identificado con el monte Sinaí.
Volver arriba ↑ Éxodo 3:5-14.
Volver arriba ↑ Las versiones cristianas de la Biblia suelen proveer tanto "El Señor" como el nombre "Jehová", es decir, Yahvéh (Éxodo 3:15); la Biblia Paralela llega a incluir el Tetragrámaton. Mas el texto bíblico hebreo que sigue la tradición israelita emplea Elohim (Dios de Dioses) y, cuando lo nombra, solo lo hace citando Sus palabras en Shemot 3:14, "אהיה אשר אהיה" (Ehyéh Asher Ehyéh—"Seré Quien Seré"). La Enciclopedia Judía sólo emplea "YHWH" (Jewish Encyclopedia: Moses).
Volver arriba ↑ Éxodo 4:10.
Volver arriba ↑ Éxodo 3:7-10, 15-20 y Éxodo 4:11.
Volver arriba ↑ La Enciclopedia Judía indica que esta fue la primera vez que a los hebreos le fue revelado el nombre del Dios de Israel (Jewish Encyclopedia: Moses). La Biblia provee las señales que Moisés presentará a los israelitas en Éxodo 4:1-17.
Volver arriba ↑ Las plagas sobre los egipcios son enumeradas en la Hagadá que los israelitas leen cuando celebran el Séder de Pésaj durante la Pascua judía.
Volver arriba ↑ Según la Enciclopedia Judía, las plagas que cubrieron el país africano crearon tal pavor entre los egipcios que ellos mismos terminaron solicitándoles a los hebreos que se fueran (Jewish Encyclopedia: Moses).