Marcos: Por ejemplo, “En tu intimidad” (oír en el player) que dice: “Tus ojos en mis ojos, me veo en tu mirada. Tu voz en mis oídos diciendo que me amas. Tus manos en mis manos, llévame a danzar”. Una vez me dijeron que parecía que describía a un hombre y una mujer, y me preguntaron que qué entendía por intimidad. O también me preguntaron en qué me basé para la canción “Ven a danzar” (oír en el player).
Ambas canciones las justifico con la parábola del hijo pródigo, cuando el padre llega donde el hijo, lo besa y lo abraza, es decir, ¡intimidad! Luego cuando el hermano mayor llegó escuchó las danzas y la música dentro de la casa, ¿quién estaba danzando? ¿Quién bailaba? El padre con el hijo. Esa es una figura de Dios, a él le encanta danzar con sus hijos. Sofonías 3:17 dice que él se goza con nosotros y una forma en que lo hace es danzando con nosotros.
Cuando alguien me pregunta sobre una canción no me incomoda, al contrario, me ayuda a fortalecer la correcta interpretación de la Palabra que yo haya hecho.
Y supongo que también te concientiza a tener cuidado con la doctrina en las letras de tus canciones…
