lunes, 22 de junio de 2015

LOS MUROS DE JERICO | Documentales Completos en Español

En 2001 Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman publican "La Biblia desenterrada: Nueva visión arqueológica del Israel Antiguo y el origen de sus textos sagrados",22 en el cual exponían un término medio hacia el minimalismo bíblico. El libro ocasionó una fuerte reacción entre los más conservadores. Durante el XXV Aniversario del magazín "Biblical Archeological Review" (Reseña de Arqueología bíblica), en la edición de marzo-abril de 2001, el editor Hershel Shanks citó numerosas fuentes de arqueólogos y biblistas que insistían que el minimalismo estaba muriendo.23 En 2003, Kenneth Kitchen, un prominente maximalista, autor del libro "Fiabilidad del Antiguo Testamento",24 critica la obra de Finkelstein y Silberman. Jennifer Wallace diría de Israel Finkelstein en su artículo "Tierra movida en la Tierra Santa":25



Él [Finkelstein] cita el hecho - ahora aceptado por la mayoría de los arqueólogos - que muchas de las ciudades que Josué se supone saqueó a finales del siglo XIII a. C. habían dejado de existir para ese tiempo. Hazor fue destruida a mediados de ese siglo, Ai fue abandonada antes de 2000 a. C. Incluso Jericó, cuando se dice que Josué derribó las murallas después de dar siete vueltas a la ciudad con el retumbe de trompetas, fue destruida en 1500 a. C. Ahora controlada bajo la Autoridad Palestina, los sitios de Jericó consisten en hoyos y trincheras desmoronados que testimonian un siglo de infructuosas excavaciones.
Sin embargo, los maximalistas ubican típicamente a Josué a mediados del segundo milenio y no en el siglo XIII a. C. como Finkelstein asegura y ven los estratos de destrucción de las murallas como una corroboración del relato bíblico. La destrucción de Hazor a mitad del siglo XIII es vista como una corroboración del relato bíblico como es registrado en el Libro de los Jueces. La localización que Finkelstein hace de "Ai" es generalmente descalificada como la "bíblica Ai", dado que se parte de la idea que esta fue destruida y enterrada en el tercer milenio y por lo tanto su ubicación era desconocida al autor del Libro de Josué.