David en el judaísmo[editar]
En el Judaísmo, el reinado de David representa la formación de un Estado Judío coherente, con su capital política y religiosa en Jerusalén y la institución de un linaje real que culminará en la Era mesiánica. La supuesta descendencia de David como hijo de una conversa (Ruth) es tomado como prueba de la importancia de los conversos dentro del judaísmo. El hecho de que Dios no le haya permitido construir un templo perpetuo es tomado como prueba del imperativo de paz en asuntos de estado. David es también visto como una figura trágica; su inexcusable toma de Bathsheba, y la pérdida de su hijo son vistas como tragedias centrales en el judaísmo.
Nota del Libro de Rut: Booz se casó con Rut y fueron padres de Obed, que fue padre de Isaí e ísaí fue padre de David. Por lo que Rut sería la bisabuela del Rey David.