viernes, 3 de abril de 2015
JESUS (1979) PELICULA COMPLETA ESPAÑOL LATINO ORIGINAL HD 720P 16:9
Crucifixión de Jesús
«Muerte de Cristo» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Cristo muerto.
Cristo crucificado, por Diego Velázquez (1599-1660).
La crucifixión de Jesús es un hecho narrado en los evangelios, que relata la muerte de Cristo en el Gólgota de acuerdo con la fe cristiana. Jesús, a quien los cristianos consideran el Hijo de Dios y el Mesías, según la tradición fue arrestado, juzgado por el Sanedrín de Jerusalén y sentenciado por el procurador Pilato a ser flagelado y, finalmente, crucificado. En conjunto estos acontecimientos son conocidos como "la pasión". El sufrimiento de Jesús y su muerte representan los aspectos centrales de la teología cristiana, incluyendo las doctrinas de la salvación y la expiación.
Los cristianos han entendido tradicionalmente la muerte de Jesús en la cruz como una muerte en sacrificio expiatorio. La mayoría de los cristianos proclaman este sacrificio a través del pan y el vino de la Eucaristía, como un recuerdo de la Última Cena, y muchos también conmemoran el evento el Viernes Santo de cada año.1 2
Índice
1 Detalles de la crucifixión de Jesús
1.1 Juicio y condena
1.2 Flagelación
1.3 Estaciones o caídas
1.4 Inscripción del cargo
1.5 Expoliación y muerte
1.6 Disposición de los clavos
1.7 Suppedaneum
1.8 Posibles causas de muerte
2 La cruz de Cristo
2.1 Crux commissa
2.2 Crux immissa
2.3 Crux simplex
2.4 Lignum infelix
3 Hallazgos arqueológicos de representaciones de la Crucifixión de Jesús
3.1 Cruces en osarios e inscripciones judías
3.2 En Pompeya y Herculano
3.3 El grafito de Alexámenos
3.4 Primeras representaciones
4 Hipótesis sobre el origen sincrético de la cruz eclesiástica
5 Crucifixión de Jesús en el arte
6 Véase también
7 Referencias
8 Bibliografía
9 Enlaces externos
Detalles de la crucifixión de Jesús[editar]
Juicio y condena[editar]
El juicio y muerte de Jesuscristo son narrados de formas que algunos autores consideran contradictorias debido a que los detalles mencionados en los Evangelios no solo no son coincidentes entre sí, sino porque además en ocasiones son opuestos. La tradición cristiana ha convertido estos detalles en una narración homogénea que se complementa creando un cuadro general denominado "la Pasión".
Según los Evangelios sinópticos Jesús fue arrestado en el jardín de Getzemaní por un grupo de sacerdotes y guardias del templo, mientras que el evangelio de Juan,3 al escribir la palabra griega "quiliarca", habitualmente usada por los griegos para un tribuno romano, parece presentar el arresto como obra de un oficial romano con soldados del pretorio. Según los evangelios tras su detención Jesús fue llevado al hogar privado del sumo sacerdote Caifás. Según el Evangelio de Juan fue llevado primero ante Anás, donde fue interrogado.4 La tradición judía consigna la crueldad de la clase dirigente saducea: “¡Ay de mí por la casa de Janín [Anás], ay de mí por sus calumnias!”. (Talmud, Pes. 57.ª). Jesús habría sido condenado a muerte, según los sinópticos, por el entero Sanedrín reunido a la mañana siguiente; según Juan, solo por allegados al sumo sacerdote en esa noche.5 E. P. Sanders, al analizar las contradicciones del relato concluye:
“No tenemos un conocimiento detallado de lo que ocurrió cuando el sumo sacerdote y posiblemente también otros personajes interrogaron a Jesús. No podemos saber si realmente se reunió «el Sanedrín». Además, dudo de que los primeros discípulos de Jesús lo supieran. [...] No pongo en duda que Jesús fuese arrestado e interrogado por orden del sumo sacerdote. Pero no podemos saber más. Los especialistas seguirán diseccionando los relatos del «juicio», pero mucho me temo que nuestro conocimiento no avanzará más por ello. Los relatos nos dan la impresión general de una noche confusa, y es probable que fuera así [...] Es improbable que alguien, incluso cercano a la escena, conociera precisamente quién hizo qué. Parece imposible que aquellos de quienes dependían los evangelistas conocieran los motivos internos de los actores”.6
Según los evangelios sinópticos Jesús habría sido ejecutado el mismo día de la Pascua judía, mientras que en el evangelio de Juan fue en la víspera de esa fiesta. La Enciclopedia Judaica explica:
“Tenemos que suponer que Jesús celebraba el festival la víspera, de acuerdo con la costumbre galilea, en caso de que la festividad tuviera que coincidir con el sábado. Pues según el concepto de [la escuela farisea de Shamay], prevaleciente en Galilea, el sacrificio del cordero pascual era un sacrificio particular y no era admisible en sábado”.7
Según los evangelios, luego de hallarlo culpable de blasfemia por los judíos, Jesús fue entregado en manos de los romanos.8 9 A la mañana siguiente, pues los juicios romanos se hacían antes del mediodía, Jesús fue llevado ante Poncio Pilato, el Praefectus-Procurator romano de Jerusalén.10 El Evangelio de Lucas añade que Pilato envió a Jesús ante Herodes Antipas, tetrarca de Galilea, que se encontraba de visita en Jerusalén, algo históricamente correcto ya que en la ley romana la jurisdicción correspondía al lugar de origen del acusado. Herodes lo mandó de nuevo a Pilato al no hallarlo culpable de nada.(Lc 23:1-25). A pesar de lo anterior, la corona puesta sobre Jesús y el letrero del cargo indican que fue condenado a morir en la cruz bajo el cargo de sedición, al considerarse que se había proclamado rey, lo que significa la aplicación de la Lex Iulia Lesae Maiestatis promulgada por Tiberio César años antes.
La actitud misericordiosa y vacilante de Pilato, descrita en los evangelios, contrasta drásticamente con lo descrito por Flavio Josefo sobre su personalidad violenta y actos de extrema crueldad. Además, el episodio que presenta a Pilato otorgando al pueblo la decisión de liberar o condenar por aclamación a un reo, acusado abiertamente de sedición, viola la ley romana y carece de precedente. La supuesta "costumbre de liberar a un preso en las fiestas" tampoco ha sido consignada por fuentes históricas judaicas como Josefo o el Talmud, ni para la época helenística ni para la época hasmonea.
Flagelación[editar]
Flagrum
Antes de su ejecución se efectuó en Cristo un cruel preludio, la flagelación mediante el látigo llamado flagrum taxillatum o flagra horrible. Una revista de la Asociación Médica Estadounidense, The Journal of the American Medical Association, describe así la práctica romana: “Por lo general el instrumento que se usaba era un látigo corto (flagelo) con varias tiras de cuero sueltas o trenzadas, de largo diferente, que tenían atadas a intervalos bolitas de hierro o pedazos afilados de hueso de oveja [...] Cuando los soldados romanos azotaban vigorosamente vez tras vez la espalda de la víctima, las bolas de hierro causaban contusiones profundas, y las tiras de cuero con huesos de oveja cortaban la piel y los tejidos subcutáneos. Entonces, a medida que se seguía azotando a la víctima, las heridas llegaban hasta los músculos esqueléticos subyacentes y producían tiras temblorosas de carne que sangraba”.11
No se sabe cuántos latigazos recibió Cristo, pues según la ley judía solo se daban 39 golpes, mientras que los romanos solían dar mucho más. La humillación de Cristo, lo que incluyó que lo disfrazaran de rey con un manto rojo, una caña en su mano derecha a manera de cetro y una corona de espinas, parece seguir una costumbre de las legiones, que escogían a un esclavo en las saturnales de fin de año para vestirlo de rey, humillarlo y luego sacrificarlo. Los soldados romanos le escupieron y golpearon. Se burlaban de él diciendo: «Saludos, rey de los judíos».12
Estaciones o caídas[editar]
Según los evangelios sinópticos, apenas sacado para ser ejecutado se obligó a llevar la cruz a un hombre llamado Simón de Cirene. En los evangelios núnca se menciona que Jesús cayera o que una mujer llamada Verónica le limpiara el rostro con un paño, tales historias se remontan a la tradición eclesiástica posterior. En cambio, el evangelio de Juan no menciona a Simón de Cirene, sino que describe a Jesús cargando su propia cruz.
En los evangelios Jesús fue conducido hasta un lugar llamado Gólgota (aram.: Gûlgaltâ), que significa, en arameo, «lugar del cráneo». El evangelio según Marcos13 dice que Jesús fue crucificado a la hora tercera (9 de la mañana), mientras que el evangelio de Juan14 dice que fue en la hora sexta (11 de la mañana a 12 del mediodía).
Los sinópticos dicen que fue crucificado entre dos salteadores,15 o malhechores,16 uno a su izquierda y otro a su derecha. El relato de Juan solo dice que fue crucificado entre dos personas, sin especificar su delito, solo la tradición posterior dió nombre a estos hombres señalando que uno era ladrón y el otro asesino.17
Patibulum.jpg
A diferencia del arte cristiano y de ciertas obras cinematográficas, el reo tan solo cargaba una viga pequeña sobre ambos hombros, a manera de yugo, llamada patíbullum, antenna o furca, la cual solía usarse de viga transversal. Una cruz clásica completa se estima que habría pesado alrededor de 100 kg, haciéndose imposible que un hombre debilitado por la tortura pudiera cargarla.18 19
La concepción popular cristiana de Jesús cargando la cruz entera sobre uno de sus hombros se presenta bastante tarde en el arte cristiano. La representación más antigua conocida data del 430 d. C. 20 La confusión deriva de que la palabra griega para cruz (stauros) se usaba en las fuentes clásicas para referirse indistintamente a cualquier parte constituyente de la misma, y no necesariamente a una cruz completa.21
Inscripción del cargo[editar]
Junto al reo a veces se colocaba un titulus (en griego: Titlos) o inscripción del cargo. El uso de este tipo de letreros del cargo está consignado en la Historae Romanae, de Dion Casio (54.3.7-8). Los evangelios narran que sobre Cristo se colocó una inscripción semejante, pero solo el Evangelio de Juan declara que el titlos fue escrito en tres idiomas, hebreo (que los profesores Alfred Wikenhauser y Brown, entre otros, sugieren podría ser el arameo22 ), griego y latín, seguramente para ser leído por las multitudes de extranjeros que acudían a la Pascua.
El Evangelio según Juan dice que el letrero del cargo de Cristo decía «Jesús el Nazareno, el rey de los judíos».23 24 25 Algunos especulan que este título del cargo formaría en arameo un acrónimo del Tetragrámaton (el nombre divino en hebreo YHWH, comúnmente traducido Yahvé) y que por eso los judíos presentes se escandalizaron y quisieron que Pilato cambiara la inscripción. Pero en la versión más escueta de Marcos solo dice: «El rey de los judíos»;26 en Lucas, «Este es el rey de los judíos»;27 y en Mateo, «Este es Jesús el rey de los judíos».28 Solo Juan menciona la objeción farisea y la versión larga de la inscripción, que con el artículo definido antes de "rey" no forma tal acrónimo.29 Así, la objeción farisea en Juan es solo un reclamo contra la presentación de Jesús como rey de los judíos.
En latín el acrónimo de la versión joánica del titlos en la Vulgata es «Iesus Nazarenus Rex Iudæorum», y de ahí la sigla INRI típica del arte cristiano.
Expoliación y muerte[editar]
Era común que los grupos de ejecución estuvieran compuestos por cuatro soldados y un centurión, y que estos pudieran reclamar los bienes de la víctima como parte de su salario (expollatio). En efecto, la Biblia narra que, tras crucificarlo, los soldados se repartieron sus vestiduras.
También, a diferencia de lo representado tradicionalmente en el arte cristiano, el profesor Josef Zias, antropólogo de la Universidad Rockefeller y ex curador del Departamento de Antigüedades y Museos de Israel, sugiere que las crucifixiones en Judea no habrían sido en cruces muy altas, en vista de que la madera más disponible para ejecuciones sería la de olivo y estos árboles no son muy altos, lo cual sugeriría que las personas eran crucificadas “a la altura de los ojos del observador”.30
Según los Evangelios los romanos dieron de beber a Jesús vino con hiel. En tiempos de Jesucristo, los soldados romanos bebían un vino flojo, ácido o amargo, conocido en latín como "acetum (vinagre)", o, cuando estaba diluido con agua, "posca". Probablemente esta fue la bebida que se le ofreció a Jesús mientras estaba en la cruz. Según unos evangelios, él rehusó un vino agrio mezclado y drogado con mirra (o hiel) que se le presentó para aliviar su sufrimiento. Algunos piensan que este licor era preparado por las mujeres de Jerusalén para aliviar los dolores de las víctimas de crucifixión, y que los romanos aceptaban esto por condescendencia.31 Sin embargo, otros dicen que, poco antes de expirar, sí aceptó vino agrio puro de una esponja que le acercaron a la boca.32
Hacia las tres de la tarde, Jesús exclamó: «Eloi, Eloi, lamá sabactani», que en arameo significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Sus últimas palabras antes de expirar fueron: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu».33 O simplemente "Todo ha sido cumplido", así las palabras finales de Jesús también difieren en los evangelios.34
Disposición de los clavos[editar]
El Evangelio de Juan35 dice que a Jesús le clavaron las manos. Sin embargo, la palabra griega para mano, usada en el evangelio, es "χείρ (kheír)", que se refiere tanto al antebrazo como a la mano. Esta palabra utilizada en los evangelios traducida como “mano” aparece también en Hechos de los Apóstoles,36 donde se narra que las cadenas de Pedro cayeron de “sus manos”, siendo que éstas debieron de estar colocadas en las muñecas. Debido a esto, el doctor Frederick Zugibe, ex jefe médico forense del condado de Rockland, Nueva York, cree que los clavos pudieron haber sido colocados entrando en la palma, en la base del dedo pulgar y saliendo por la muñeca, pasando por el túnel carpiano.37
Única evidencia antropológica encontrada en 1968, sobre una crucifixión.
Respecto a cómo pudieron fijarse los pies de Cristo en la cruz, los restos encontrados en 1968 en la localidad de "Giv'at ha-Mivtar" (Ras el-Masaref), al norte de Jerusalén, ofrecen la única pista antropológica concreta jamás encontrada sobre una crucifixión. El arqueólogo V. Tzaferis revisó los restos, encontrando que en el hueso del calcáneo (talón) del pie derecho del difunto aún había un clavo oxidado. Se trataba de un joven que había sido crucificado entre el año 7 y 66 d. C.38 El profesor Nicu Haas, antropólogo de la Universidad Hebrea y Escuela de Medicina Hadasha, de Jerusalén, dirigió una investigación que examinó los restos. Haas concluyó que los dos talones habían sido clavados por un solo clavo.39
Un reexamen posterior del hallazgo, hecho en 1985 por el profesor Joe Zias y el doctor Eliezer Seketes, de la Universidad Hebrea y Escuela de Medicina Hadasha, demostró que el clavo que Haas había supuesto de 17 a 18 cm de longitud, en realidad era de sólo 11,5 cm, con lo que cada pie fue clavado por separado a cada lado de la cruz. Adicionalmente, se encontró una pieza de madera de acacia entre el hueso y la cabeza del clavo, presumiblemente utilizada para evitar que los talones se deslizaran a través del clavo.40 Bien podría haber sucedido así con Jesús. Pero también The International Standard Bible Encyclopedia comenta: “Se ha especulado considerablemente sobre [...] la cantidad exacta de clavos que se usó. En las representaciones más antiguas de la crucifixión los pies de Jesús aparecen clavados por separado (s. V), pero en las representaciones posteriores están cruzados y fijados al palo vertical con un solo clavo”.41
Por supuesto, lo anterior solo son posibilidades, ya que los romanos podían ser muy ingeniosos en su crueldad. El historiador judío Flavio Josefo escribió que durante el asedio de Jerusalén (70 d. C.) los soldados romanos “fuera de sí de rabia y odio se divertían clavando a los prisioneros en diferentes posturas (allon allói skhémati)”.42
Suppedaneum[editar]
Cierta tradición artística cristiana también muestra un posapies o “suppedaneum” para fijar los pies de Cristo. Algunos creen ver este tipo de aditamento en el Grafito de Alexámenos, del s. II d. C. y en ciertos amuletos gnósticos con la imagen de Dionisio crucificado, posiblemente una de las más antiguas representaciones de la muerte de Cristo. Sin embargo, no hay mención en las fuentes de un supedaneum.
San Agustín escribe a este respecto: «La viga vertical de la cruz, que asciende del suelo, en la cual el cuerpo estaba fijado». ¿Estaba fijado el cuerpo entero? Claro está que solamente los pies estaban fijados al fondo: pero él entiende o bien ‘adjunto’ o ‘apoyado’, aunque no sé si él quiso escribir ‘apoyado’. No obstante, he oído que en dibujos y esculturas antiguas hay indicios evidentes de este tablón: yo no lo rechazaría precipitadamente, indudablemente no de la cruz de Cristo; pero de otros lo haría con más osadía. ¿Pues qué trazas hay en los antiguos escritos?